martes, 27 de septiembre de 2016

Días de tradición cervecera en Villa General Belgrano

Encuentro de culturas, clima centroeuropeo y una gran propuesta gastronómica en un nuevo predio, al que se podrá acceder con servicio de transporte gratuito. “Tips” para disfrutar de la fiesta de Villa General Belgrano, del 1º al 10 de octubre.


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Tres, dos, uno… ¡barril espichado!”, así resuena el ritual que se repite en cada edición de la Fiesta Nacional de la Cerveza, al abrirse el primer tonel para compartir con la multitud que se acerca al escenario y se empapa de litros de espuma esperando llenar sus vasos en alto. La fiesta ha comenzado y el entusiasmo imperará por 11 días.
Apenas uno ingresa al centro, las calles de Villa General Belgrano se encuentran repletas de transeúntes, muchos de ellos disfrazados de vikingos y aldeanos con un sombrerito tirolés. Las mujeres llevan atuendos llamados dirndl y arreglos florales sobre la cabeza y los hombres visten camisas acompañadas de lederhosen, tradicionales pantalones cortos de cuero con tiradores, inspirados por el estilo único de los bávaros del siglo XIX.
El clima festivo se percibe en todo el lugar: la alegría se contagia en cada esquina, se ven brindis por doquier y la música germana marca el ritmo de la fiesta dentro y fuera del parque cervecero. Sin duda, es una gran convocatoria. Familias completas, grupos de amigos, habitantes de la comunidad y numerosos turistas: todos se sienten parte de lo mismo, de algo especial.
Atmósfera cosmopolita
Villa General Belgrano se define, como siempre, por su arquitectura alpina que se mantiene desde su fundación, sus decorados al estilo alemán y los platos autóctonos con los cuales se deleita la mayoría. Este entorno determina la colonia alemana más grande del país, donde las tradiciones se siguen conservando año tras año, como la plantación del maikranz, una corona con diversas cintas y flores de colores indicando que el pueblo se encuentra de festejo.
Ya cómodos en “la Villa”, el predio invita a ingresar. Los stands de cervezas artesanales rodean a los jóvenes de la fiesta que se encuentran compartiendo y cantando con sus jarras de cerveza en mano. Invade la atmósfera cosmopolita. Uno puede reconocerse dialogando con visitantes provenientes de distintos rincones del mundo y, sobre todo, de nuestro país. Este año, la fiesta contará, además, con un nuevo predio.
Por la alta concurrencia, la oferta hotelera es cada vez menor y algunos deben alojarse en otras localidades cercanas. Es aquí donde la gente disfruta la oportunidad de poner en común costumbres y, por qué no, de llevarse amistades nuevas a sus lugares de origen. Como una de las tres Oktoberfest más grandes que se realizan en el mundo -entre la originaria que se lleva a cabo en Alemania y la segunda en Brasil- ésta es una cita obligada para aquellos que pasan por la provincia en el mes de octubre.
Luego, la diversidad cultural no sólo se aprecia fuera del escenario, sino sobre todo en él. Una completa grilla de actuaciones de diversas academias de danzas, orquestas y grupos de ballet se convierten en una sucesión de excelentes manifestaciones artísticas de las distintas asociaciones de baile centroeuropeas que forman parte de esta celebración.
Oktoberfest: ¿sustentable, responsable y transparente?
Un detalle distintivo de esta 53° edición es la sustentabilidad. El municipio realizará un informe sobre el impacto ambiental del evento, mediante la medición de la huella de carbono, con el objetivo de reducir sus efectos. Se separarán los residuos producidos en el predio y se realizará la remediación correspondiente. Sobre esta base de información se avanzará en políticas que tiendan a la generación de menos residuos.
  • Responsable: a través de la campaña “La Villa te cuida” se concienciará a los participantes sobre la importancia del consumo responsable de bebidas alcohólicas. Junto al Sedronar y el grupo local Rais se pondrán en marcha campañas de información y un centro de hidratación. A su vez, quienes se sumen a la campaña voluntaria “Conductor Designado” participarán de premios.
  • Transparente: en Villa General Belgrano aprobaron una ordenanza general que crea una cuenta “Oktoberfest” para ver discriminados los egresos e ingresos de la fiesta. A los controles del Tribunal de Cuentas se suma una comisión especial del Concejo Deliberante, que ha ido monitoreando todo el proceso de licitación y contratos del evento. Finalizada la fiesta, se conocerá la evolución de los números del Oktoberfest.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Ámsterdam, el sabor de lo prohibido

La ciudad tiene mucho para sorprenderte. Desde sus casas inclinadas, su historia, sus multicolores tulipanes hasta sus míticos coffee shops. Probar un muffin con ingredientes secretos fue toda una aventura. Para recomendar, los tours gratuitos a pie que presentan el destino con la mirada de los que tienen "la posta". 

Un guía italiano, con acento español, nos acercó a la vida de Amsterdam. “Vamos familia. ¿A qué no adivináis cómo se pronuncia el nombre de esta plaza?”, nos desafiaba al llegar a Spui, un rincón céntrico donde miles de libros esperan a los viajeros. Y sumó otro reto: “Entrando por esta callecita, vais a ver el coffee shop De Dampkring, donde apoyaron sus nalgas los mismísimos George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon en una escena de La Nueva Gran Estafa. Podéis volver más tarde”.
Imposible no retener la invitación y las recomendaciones que traía desde Córdoba para probar esos sabores que ya son una marca registrada. En las casas de recuerdos y junto a los zuecos de madera o los molinos de viento, las golosinas y galletas con cannabis se exhiben con la misma soltura. Ni hablar en los coffee shop, donde los extractos de esta planta aparecen en un abanico de posibilidades y los alimentos que la llevan como ingrediente son el plato fuerte de la carta.
Existe un vacío legal en la ciudad respecto del consumo de cannabis, y socialmente está permitido. Para muchos viajeros, este es uno de sus mejores atributos, aunque me generaba sentimientos encontrados: no siempre las experiencias más audaces de un destino pueden ser la mejor idea cuando estamos lejos de casa. Pero la curiosidad ganó la pulseada.
Sin haber probado antes algo similar y desconociendo que la sustancia es más fuerte cuando se la consume en alimentos que en cigarrillos, fui por la opción de buena reputación: un muffin de banana, chocolate y cannabis. Me creía una rebelde sin causa por haberme animado al desafío.
Las reseñas de otros usuarios advertían que al entrar al local De Dampkring me iba a encontrar en la barra con un personaje bizarro: un gato de mirada pesada y tranquila, parpadeando más lento que cualquiera, como para anticipar los efectos del lugar. Las nubes de humo dejaban ver pocas mesas, grupos de amigos mezclados y, claro, murales que inmortalizaban la visita de Clooney, Pitt y Damon. Ya no había margen de arrepentimiento.
Unos llamativos carteles se ocupaban de prevenir mezclas extrañas: prohibido fumar tabaco. En el “prospecto” del muffin, que llevaba envoltorio de atmósfera controlada, se repetía el consejo, junto con no beber alcohol y esperar dos horas para su efecto. Probé sólo un cuarto de esa porción que costaba 7,50 euros y al salir a caminar por la noche de Amsterdam, además de calor en las orejas, me creía una suerte de pájaro sobrevolando la ciudad.
Teníamos hambre y buscamos una pizzería. Mientras charlábamos, nos perdíamos y nos costaba volver a la conversación. Me asusté con el olvido repentino y con mi poca capacidad de reacción. Quería volver a ser yo y no podía.
Ya en el tranvía hacia el hotel, un medio siempre impecable y práctico para recorrer la ciudad, me sentía en el samba del Super Park. Una señora me tocó el hombro y me dijo que se me había caído el sombrero y ni me inmuté. A los 10 minutos, la misma mujer me avisó que se me había caído un collar: todas las piedritas se desparramaron en el tranvía, varios pasajeros me ayudaron y yo seguía con el freno de mano puesto.
Se me vino a la mente rezar y una larga catarata de arrepentimientos. Cerraba los ojos y más que una oración, me salía contar cuadraditos amarillos. Entonces fui por la promesa, cual niño en penitencia: no andar en bici en lo que quedaba de estadía, la actividad más copada que había guardado para el final. “Te pegó mal el viaje”, me dijeron muchos al escuchar la anécdota. Ese estado sería una vuelta en calesita que no volvería a dar.
"Tour" a la gorra
Al margen de la experiencia, Amsterdam es un destino fascinante. Después de Copenhague, es la segunda ciudad más bicicletera del mundo. Entre algunos datos interesantes que nos contó Manuel, muchas bicis son revoleadas al agua y ocupan una tercera parte de los canales (se retiran de los mismos entre 10 mil y 12 mil al año).
Allí el agua es el mejor espejo de la ciudad y el marco de película para esas miradas de enamorados que se cruzan al pedalear. Postales difíciles de olvidar, difíciles de volver a encontrar.
A las casas “muy chulas” las llaman bailarinas, porque se han inclinado increíblemente con el paso del tiempo. Como antiguamente pagaban impuestos según el ancho de la fachada, se las ingeniaron para construir viviendas muy angostas, con escaleras sumamente empinadas y de cuatro o cinco pisos en promedio. Hasta hay viviendas barco sobre el agua, que están ahí estáticas y pagan impuestos como cualquier hijo de vecino.
Conocimos varios detalles como éstos gracias a Sandemans, una empresa que ofrece tours gratuitos a pie en diferentes países del mundo. El modelo está basado en propinas que ponen el poder en manos del viajero.
Los tours de Amsterdam empiezan en la plaza Dam y duran unas tres horas. Entre los principales puntos a recorrer están el puente más ancho y la casa más estrecha, el Palacio Real, el Barrio judío, la zona roja, las iglesias católicas escondidas, el nuevo mercado, el Begijnhof, la casa de Ana Frank y un largo etcétera.
Entre las recomendaciones de los guías nos propusieron conocer la ciudad desde la mirada de los patos. Allá fuimos a un recorrido imperdible en lancha por sus calles de agua. Y entre los momentos que erizan la piel a cualquier viajero está imaginar la vida en un sótano, como lo escribió Anne Frank. Desde ese rincón, ella describía las campanadas de Westerkerk, la iglesia protestante más grande. Parados frente a la torre y al escuchar ese sonido que para ella era su conexión con el mundo real, esa parte cruenta de la historia toma otra dimensión.
Además, no hay que irse sin probar sus exquisitos chocolates, sin visitar su mercado de flores, alguno de sus museos y sus famosos “templos del queso holandés”. Todo, pedaleando. Dicen que siempre es bueno dejar pendientes para volver. En mi segunda visita no habrá muffins, pero sí un candado para asegurar la bici en cada lugar donde me frene la curiosidad.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Tesoros de Yucatán

Las playas de Quintana Roo son de las más atractivas del Caribe. Además de estar en contacto con la naturaleza, en ellas se puede descubrir la cultura de los mayas.

Ubicado en la península de Yucatán, en el este de México, el estado de Quintana Roo es una de las regiones del mundo privilegiadas por la naturaleza. En su territorio alberga ríos subterráneos –que afloran convertidos en cenotes-, sierras bajas, frondosas selvas, lagunas y 856 kilómetros de litorales con playas de arenas blancas. En este lugar el protagonista es el Mar Caribe, con aguas turquesas que dejan atónitos a los cordobeses.
En ese mar de caletas y acuarios naturales, las propuestas turísticas de los diferentes destinos de la región giran alrededor de la flora y la fauna del lugar. El Caribe mejicano es ideal, por ejemplo, para conocer el segundo arrecife coralino más grande del mundo, llamado el Gran Arrecife Maya. Más de 350 kilómetros se encuentran en esta zona de México.
A los atractivos naturales se les suman los culturales, influenciados especialmente por los vestigios del pueblo maya en diferentes construcciones y monumentos de carácter patrimonial. Tulum es una de las zonas arqueológicas más visitadas, pero también aparecen otros nombres –casi imposibles de pronunciarcomo Kohunlich, Dzibanché, Kinichná, Oxtankáh, Chacchoben, Xel-ha, Muyil, El Rey, Cobá, San Gervasio, Chichen Itzá y El Meco, que vale la pena conocer. A continuación, algunas de las perlas que conforman los tesoros de esta región del Mar Caribe, ideal para disfrutar del mar, el sol y la arena, enmarcados por la cultura mejicana.
Isla Mujeres, bella y tranquila
Las callecitas adoquinadas conducen hasta la iglesia, la plaza, el Palacio Municipal y otros lugares emblemáticos de este rincón donde aún persiste la tradición de esta región de Yucatán. Los turistas se mueven en bicicleta o pequeños vehículos. El Meco es la zona arqueológica maya más relevante.
Desde el mar, los paseos en lancha permiten disfrutar de las bellezas del paisaje acuático y acceder, por ejemplo, a Contoy, otra isla donde hay una reserva con más de 90 especies de aves rodeadas de la flora y la fauna típica. En Isla Mujeres, la mayoría de los circuitos están relacionados con el ecoturismo. Dolphin Discovery, para nadar con delfines, es un recorrido recomendable, al igual que los sitios indicados para el buceo: la Cueva de los Tiburones Dormidos, los Cuevones, la Media Luna o el Valle de las Barracudas.
Nadie se va de Isla Mujeres sin haber aprovechado algún plato o trago típico, tras pasar por las tiendas donde se ofrecen artículos artesanales.
Cancún, la meca
Creada especialmente como destino turístico, cuenta con 22 kilómetros de playas con arenas blancas en las que es imposible dejar de compartir la típica “selfie viajera”. El lugar se encuentra en el noreste de la península de Yucatán y se destaca por la calidad de su oferta de servicios turísticos, con las mejores cadenas de hoteles del mundo. De día, playa y recorridos culturales. De noche, algunos tragos y mucha música para pasarla bien. Cancún es la “Puerta del mundo maya”, de allí que vale la pena emprender algunas de las expediciones para conocer las zonas arqueológicas.
Flamboyanes e iguanas reciben al viajero durante sus recorridos por la ciudad, en la que también se puede practicar golf. Los amantes del mar tienen la oportunidad de disfrutar de los arrecifes de corales a través del snorkel y el buceo.
Playa del Carmen,auténtica y relajada
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero resulta difícil no diferenciarla de Cancún, tal vez porque Playa del Carmen es otro de los lugares más visitados de Quintana Roo. Los turistas la reconocen por su perfil tranquilo y una idiosincrasia auténticamente local. Su paisaje no difiere mucho del resto de la Riviera Maya. El contraste se mantiene perfecto y recuerda a la bandera argentina: arenas blancas con franjas de cielo y mar de color turquesa, acompañadas por un sol radiante.
La calidez del agua da el toque necesario para crear momentos de absoluto relax. Un paseo imperdible es la Playa Akumal, entre Playa del Carmen y Tulum. Las tortugas, que le dan nombre al lugar, son las grandes protagonistas de este territorio de lagunas, playas, cenotes, caletas y cavernas, donde proliferan la flora y la fauna marina. Todo esto la hace ideal para nadar, bucear y practicarsnorkel.
Cozumel, la isla azul
Muchos consideran a esta isla como uno de los mejores lugares para descubrir las bellezas naturales que guarda el mar en esta región de México. El pueblo de San Miguel aparece ocupado por turistas que bajan de los cruceros para conocer los secretos del lugar.
Cozumel se encuentra al frente de Playa del Carmen, de allí que el tránsito de viajeros suele ser muy intenso. El viaje resulta una buena oportunidad para comprar artesanías que recuerdan a la cultura maya o para saborear platos de la región en sus restaurantes y cafés. Los centros ceremoniales mayas también le dan identidad a esta isla, la mayor del Caribe mejicano. Los fanáticos del sol no pueden dejar de visitar la costa occidental, donde se concentran la mayoría de las playas de arenas blancas y aguas turquesas, sin grandes oleajes.
Tulum, la ciudad maya
El mejor sitio para encontrarse de cerca con la cultura de los pueblos originarios de la región. Sus construcciones de piedra miran de frente al Mar Caribe, junto a las playas y la selva. El Castillo –una postal ineludible de este destino- es una de las edificaciones mayas más famosas, ubicada al borde de un acantilado. Antes del arribo de los españoles, la zona fue una fortaleza maya, que vivió su época de oro cerca del año 1.000 d.C.
En esta zona, la cultura de ese pueblo persiste a través de tradiciones milenarias reproducidas por la población. Del gris de las piedras de las ruinas, el azul del mar y la blancura de la arena a los vivos colores y aromas del naranjo, flamboyán y maculix, entre otras plantas típicas.

Por Redacción Voy de Viaje

lunes, 19 de septiembre de 2016

¿Hotel u "hostel"? La duda que quita el sueño

Elegir entre un hotel y un hostel es difícil, pero definitivamente en el segundo tendrás una experiencia inolvidable.


A principios de este siglo, cuando el concepto de “viaje mochilero” empezaba a viralizarse antes de que existiera el concepto de “viralización”, tenía que explicarles a mi abuela y a otros miembros de la familia qué eran esos hostels en los que me alojaba. La idea de compartir habitación (o, peor, baño) era, por entonces, visto como un horror, incluso para personas que no tenían problema en compartir fluidos en la bombilla del mate. Cuestión de perspectivas.
En los primeros viajes, de los “dieci” y “veintipocos”, la duda entre hostel y hotel se resolvía mirando las cuentas de ahorro. Instalarse en los primeros era mucho más barato. Al menos, permitía gastar la plata en otras cosas. Así, he cenado platos deliciosos en grandes restaurantes para después acostarme en catres ruidosos dentro de cuartos con 10 personas más. Cuestión de prioridades.
La primera experiencia en un hostel fue confusa. Estábamos en Venecia con una amiga y un libro de viajes que habíamos comprado nos indicaba la dirección de un “hostel para mujeres”. Era realmente barato y con una ubicación perfecta. Fuimos derecho a la dirección. Nos sorprendió la austeridad del lugar, la monja que nos abrió la puerta y que las paredes estaban decoradas con cuadros religiosos. La primera noche, la monja nos aclaró que había que irse a la cama a las 10. Ella misma entró a la habitación para comprobar que allí estábamos, nos arropó y nos dio un beso en la frente a nosotras dos y a una china que también había llegado desprevenida y no entendía nada. Al día de hoy creo que era en realidad un convento que aprovechaba la confusión de los turistas para ganarse unos pesos.
Pero ¿por qué ir a un hostel cuando uno ya tiene dinero para, al menos, pagarse una habitación modesta en un pequeño hotel? En primer lugar, porque incluso en hoteles preciosos que pueden ser más económicos que un hostel, la posibilidad de aventuras disminuye notablemente. Pero hay otras buenas razones.
La posibilidad de aprender cosas nuevas 
En Cartagena, por ejemplo, uno de estos albergues ofrecía un servicio que para quienes quieren disfrutar en su totalidad de la experiencia caribeña es elemental: clases gratis de salsa y vallenato justo antes de la hora de salir a bailar. Recuerdo a unos holandeses, que estaban lejos de tener caderas rítmicas, muy agradecidos. En la ciudad de Salta, por ejemplo, llegué a un hostel que planificaba walking tours nocturnos para conocer todos los bares de la calle Balcarce (eran raros los casos de turistas que efectivamente lograban llegar enteros hasta el último bar).
La posibilidad de conocer gente nueva
Si usted se hospeda en un hotel, lo más probable es que termine explorando los canales de cable de la ciudad que visita. Pero en un hostel, la experiencia social se amplía y cualquier cena comunitaria parece un pequeño encuentro de representantes de la ONU. No se limita a quienes son anfitriones de estos lugares, que suelen dar precisos tips urbanos de su propia ciudad, sino a personas de otros países que están en la misma calidad de desorientados. De esa manera, he hecho buenos amigos en los lugares más insólitos: un rosarino que conocí en Londres, un neozelandés en Bolivia o una marplatense con la que me crucé lejos del mar, en Purmamarca.
La posibilidad de sorprenderse con experiencias nuevas
Claro que la sorpresa no necesariamente es grata (¿quién dijo que todas las aventuras lo son?). En este grupo entra, por ejemplo, un hostel en el barrio de Montmartre de París, en el que los dueños me dieron una sola sábana (tenía que decidir si la usaba para cubrir el colchón o para poner una fina capa de tela entre mi cuerpo y la frazada de dudosa higiene) y tuve que aprender a pelear por mi desayuno con una paloma que entraba volando a la cocina con impunidad y con su amigo, Ratatouille.
En este último rubro, llegué a un lugar que rozaba la psicodelia. En Zadar, Croacia, crearon el hostelmás extraño que conocí. Más cercano a la arquitectura moderna china que diseña casas del tamaño de cápsulas que al estilo medieval de la ciudad, el hostel era un mal sueño de Escher, diseñado en un espacio muy pequeño. Las paredes estaban pintadas a rayas azules que les daban a los pasillos un efecto de fondo infinito, las camas estaban encastradas en cubículos que se cerraban y parecían sofocantes cajas de zapatos y los baños tenían el color de una nave espacial y el tamaño de un toilettede avión. Al segundo día, salí despavorida a buscar un hotel de dimensiones humanas. Pero quién me quita lo dormido.

Por Juliana Rodríguez

viernes, 16 de septiembre de 2016

El Calafate, el reino de los hielos

El Calafate es uno de los centros que integra el triángulo turístico patagónico junto con Ushuaia y Puerto Madryn. Su mayor atractivo lo constituye el glaciar Perito Moreno, una de las maravillas naturales del mundo, pero tiene mucho más para disfrutar.

Quienes hemos tenido la posibilidad de estar en otras oportunidades en El Calafate, cada viaje a este recóndito pueblo de la Patagonia, situado entre la estepa y la cordillera, representa un disfrute para el espíritu viajero. La belleza natural que atesora justifica siempre el regreso. 
El movimiento de su aeropuerto, donde llegan más de cuatro vuelos diarios, demuestra el auge y crecimiento de la ciudad santacruceña. El primer grupo de turistas que recibió este destino provenía de Bélgica; fue en 1972, cuando los caminos para ingresar aún eran de tierra. Hoy, la ruta provincial 5 totalmente pavimentada es otra vía de acceso a esta ciudad, situada a 315 kilómetros de Río Gallegos. 
Así como el turismo, la población fue creciendo considerablemente. La ciudad cuenta con 25 mil habitantes, de los cuales el 15 por ciento son nativos y el resto, migrantes de otras provincias, principalmente de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe. 
El pueblo nació hace más de 100 años como una de las tantas postas que servían de paradores para las carretas que trasladaban la lana de las estancias patagónicas. Este sitio, particularmente, era identificado por la presencia abundante de un arbusto espinoso típico de la región, que en verano da un fruto morado dulce: el calafate. 
Mundo congelado
Cada viajero que llega a El Calafate lo hace con el único propósito de encontrarse frente a frente con una de las maravillas naturales del mundo: el glaciar Perito Moreno, situado dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Es el mayor de todos los parques nacionales de Argentina con 726 mil hectáreas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
Para llegar hasta esta mole de hielo salimos de la ciudad por la ruta provincial 11, un camino con leves ondulaciones en medio de un paisaje cuyos colores van del amarillo al marrón, propios de la estepa patagónica. Mientras avanzamos, a nuestra derecha las postales se completan con la presencia del lago Argentino con sus azuladas aguas turbias, producto de los sedimentos que arrastra (harina de roca), los cuales quedan suspendidos en la superficie dándole ese aspecto lechoso. Es el espejo de agua dulce más extenso del país, con 1.500 kilómetros cuadrados, casi tres veces más grande que toda la ciudad de Córdoba. 
De repente, la fisonomía del paisaje cambia y van apareciendo árboles de diversos follajes, lo cual señala el ingreso al bosque andino patagónico. Y en ese entorno aparece el majestuoso glaciar Perito Moreno. Recorremos unos 80 kilómetros hasta toparnos con el gigante de hielo, acercamiento directo por ruta que lo convierte en el glaciar más famoso y visitado de todos los glaciares que integran el denominado Campo de Hielo Patagónico, la tercera reserva de agua dulce del planeta, después de la Antártida y Groenlandia. 
El sistema de pasarelas con miradores nos hace detener a cada paso para admirar el frente sur de esta majestuosa formación que abarca 254 kilómetros cuadrados de hielo compacto, con 30 kilómetros de largo y paredes que llegan hasta los 70 metros de altura, desde donde constantemente se desprenden bloques que varían en tamaño, pero que al impactar en el agua nos hacen estremecer evidenciando el motivo que justifica estar parados nuevamente ante semejante belleza natural. 
Otra opción es navegar por el Brazo Rico del lago Argentino y acercarnos hasta la pared norte del Perito Moreno para obtener otra perspectiva de su magnitud. Si nos toca un día nublado, o nevoso, podremos observar más fácilmente las formaciones y grietas de las moles de hielo que resplandecen aún más, ya que tienen la particularidad de ser cuerpos que absorben gran cantidad de luz natural.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Los chicos deberán tener una autorización previa de sus padres o representante legal. Si viaja con otro acompañante, éste deberá tener una autorización certificada por escribano o juez de paz.


El Gobierno nacional estableció nuevas normas de control para los viajes de menores de edad en los servicios de transporte público automotor de media y larga distancia, para garantizar su seguridad ante posibles delitos de los que puedan ser víctimas.

Entre sus argumentos, la Resolución 43 - E/2016 de la Secretaría de Gestión de Transporte, con fecha 16 de agosto y publicada hoy en el Boletín Oficial, señala que la medida tiene como objeto "disminuir su vulnerabilidad como posibles víctimas de redes de trata de personas o intentos de sustracción, entre otros riesgos".

La norma establece que las empresas deberán "instrumentar un mecanismo ágil para controlar la autorización previa de quien ejerza la representación legal del menor, salvo en el caso de emancipación previsto en el Código Civil y Comercial de la Nación". Cuando el menor se traslade con al menos un representante legal, el vínculo se deberá acreditar presentando "Libreta de Matrimonio con el nacimiento asentado, Partida de Nacimiento, Acta de Nacimiento, Certificado de Nacimiento, Certificado de Nacionalidad, Pasaporte, Testimonio Judicial de adopción u otro instrumento público que dé plena fe del vínculo invocado, juntamente con los documentos de identidad del menor y del representante legal autorizante", según el artículo 4 de la norma.

Cuando el menor se traslade con una persona diferente a su representante legal, pero designada por éste, "deberá hacerse constar la identificación del acompañante en la autorización que podrá ser presentada al momento de la operación, o bien mediante instrumento suscripto por el representante legal" ante un escribano, un juez de paz u otra autoridad administrativa autorizada.

En el caso de que la compra de pasajes se realice de forma no presencial, la documentación deberá ser presentada en la boletería de la empresa antes de emprender el viaje, detalla la Resolución.

El artículo 7 de la norma establece además que los menores de entre 6 y 12 años "también podrán viajar utilizando el Servicio Menor No Acompañado que las empresas de transporte podrán ofrecer", similar al que existe en los servicios de transporte aéreo.

"Este servicio poseerá una tarifa distinta e independiente a la del boleto de viaje que deberá ser publicada en forma similar a las tarifas regulares y consistirá en que una persona del servicio de a bordo tomará responsabilidad por el menor durante su traslado, desde su ascenso a la unidad de transporte y hasta su entrega a la persona designada por su representante legal", expresa.

En este caso, los menores que utilicen este servicio "deben poder alimentarse y ser capaces de cubrir sus necesidades básicas de higiene; además de movilizarse en caso de evacuación y responder a las instrucciones de seguridad".

"Si el menor no fuera esperado por el responsable de acompañarlo en el lugar de destino, la transportista deberá requerir el auxilio de la fuerza pública a fin de asegurar la custodia del menor, con costo a cargo del representante legal", agrega.

Por su parte, los menores de 6 años sólo podrán viajar acompañados por un representante legal o un tercero autorizado.


La Resolución también establece que las empresas de transporte estarán obligadas a constatar la identidad de los menores y la autenticidad de la documentación requerida para poder viajar.

Fuente: Clarin.com

martes, 13 de septiembre de 2016

Pasear y comer en Estocolmo

Catorce islas entrelazadas por numerosos puentes son la base donde se levanta esta hermosa ciudad de Escandinavia. Muchos la consideran como la capital de esta región del mundo.

La primera imagen que uno tiene al llegar a Estocolmo es el orden y la prolijidad de sus edificios, con reminiscencias medievales especialmente en el Gamla Stan (Casco histórico), donde se produjo la fundación de la ciudad en 1252. En este sector podemos apreciar la catedral, llamada la Gran Iglesia, consagrada a San Nicolás, con su exterior en estilo barroco del siglo XVI y su interior gótico del siglo XIII. 
El edificio se encuentra ubicado entre el Palacio Real -que tiene 600 habitaciones y solo se utiliza para fiestas y agasajos organizados por la familia real, ya que su residencia habitual es el Palacio de Drottningholm- y el Museo Nobel -dedicado a Alfred Nobel y a quienes recibieron su premio- que funciona en el edificio de la Academia Sueca. Caminar por las calles empedradas del Centro antiguo es muy placentero porque está lleno de bares y negocios de regalos. La plaza Mayor (Stortorget), la más céntrica y antigua, es el punto de encuentro de los habitantes de la ciudad.
El servicio de transporte en metro, tren y ómnibus cuenta con unidades limpias, eficaces y puntuales. Se pueden utilizar comprando una tarjeta turística para siete días, a 260 coronas (unos 25 euros). Son tres las líneas del metro, cuyas estaciones se encuentran a gran profundidad. Una de ellas (la T-Centralen) constituye un verdadero nudo donde convergen, además, los ómnibus y los trenes.
Gastronomía típica
Los suecos tienen costumbres muy distintas a las nuestras, especialmente en los horarios de sus comidas y en el contenido de las mismas. El desayuno es, tal vez, lo más fuerte del día, servido con pescado con pepinillos y tomates, quesos y tostadas con pasta de hígado. Al medio día, en lo que ellos llaman fika (“pausa para comer”), suelen recurrir a un tentempié, sándwiches o ensaladas de pescado y frutos de mar. La merienda prácticamente no existe, salvo algún café rápido, y la cena no pasa de las 18. En este caso, lo típico es degustar pescados en todas sus variantes, acompañados por papas.
A su vez, hay restaurantes que a las 21 ya están cerrados. Generalmente, estos negocios ofrecen carnes rojas y blancas, sopa de setas, canapés de langostinos, salmón ahumado y arenque. 
En otros lugares de comida también se puede pedir el menú del día que consiste en una ensalada, un plato caliente, pan y café, a unos 14 euros. En bebidas, lo que más se consume es la cerveza, destacándose entre ellas la Starköl, la versión más fuerte y cara, y la Lättöl, que tiene menos alcohol. Como digestivo, los suecos recurren al aquavit, un aguardiente similar al vodka.
Museo Vasa
Quien no visita este museo es como si no hubiese estado en Estocolmo. Aquí se conserva en estado original un barco antiguo construido en 1626, que se hundió dos años después frente al puerto tras su viaje inaugural. Fue rescatado en 1961 con sus 24 cañones y 700 esculturas talladas. 
 
Está ubicado en la isla de Djurgården. Hasta allí llegan cuatro líneas de ómnibus y el metro Karpalan. El precio de la entrada es de 12 euros. Horario: de septiembre a mayo, de 10 a 17, y de junio a agosto, de 8.30 a 18 horas.
 
 
Centro moderno
 
Sus calles son muy amplias, bien señalizadas y muy transitadas por los suecos, quienes muestran una gran elegancia al vestir, y también por los turistas, que quieren hacer sus compras en los shoppings y negocios con las marcas más famosas del mundo. 
La Ópera Real es uno de los edificios emblemáticos del Centro y está en actividad desde 1772. El ascensor externo de Katarina permite tener una hermosa vista del puerto y el barrio antiguo desde 38 metros de altura.